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La historia del bateo de oro en navelgas

El legado de una tradición ancestral

Desde tiempos remotos, el Occidente de Asturias ha sido un lugar destacado por la explotación de sus recursos minerales, especialmente el oro, un metal muy apreciado por las antiguas civilizaciones.

La técnica del bateo

El bateo es una técnica que se basa en aprovechar los depósitos de cuarzo transportados por las corrientes de los ríos.
Debido a su peso, estas partículas se depositan en los fondos de los saltos de agua, en remansos y en otros lugares donde las corrientes son más suaves, facilitando su acumulación en la arena. Durante tormentas y aluviones, el cuarzo se fragmenta, liberando pepitas de oro que son arrastradas por los ríos y se rompen en partículas más pequeñas.

Aunque el bateo de oro ha perdido rentabilidad en la era moderna, se ha convertido en una actividad turística y deportiva. En la región conocida como el Valle del Oro, o “Cuarto de los Valles”, los ríos Navelgas, Yerbo y Bárcena, situados en la parte noroccidental del municipio de Tineo, son perfectos para la búsqueda de pepitas de oro utilizando la batea.

El pueblo de Navelgas, sede del Campeonato Nacional de Bateo de Oro desde 1999, se encuentra en este territorio único que toma su nombre por la abundancia de yacimientos auríferos desde la antigüedad. ¡Bienvenidos al Valle del Oro!

El origen del bateo de oro en Asturias

La historia de la búsqueda de oro en Navelgas

La búsqueda de oro en la zona de Navelgas se remonta a la época castreña de los Astures y ha perdurado hasta nuestros días, atrayendo a numerosos visitantes que prueban su suerte en los lechos de los ríos. Sin embargo, fueron los romanos quienes dejaron una marca indeleble en el valle con su extensa red de minas, moviendo millones de toneladas de roca y tierra, y desviando las aguas de arroyos y ríos para lavar y extraer el preciado metal.

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Una extensa red de minas

Desde la época romana

A finales del siglo XIX y principios del XX, un grupo de ingleses explotó las minas de Navelgas, formando la Sociedad Aurífera Asturiana. Esta entidad reabrió las minas entre 1950 y 1956, volviendo a extraer oro como lo hicieron los romanos.

Enrique Sanfiz Fernández, vecino ilustre de Navelgas, es una figura destacada en la recuperación de la tradición. Su implicación en la Sociedad Aurífera Asturiana avivó la pasión por la búsqueda de oro, hoy convertida en una tradición que fomenta la Asociación de Bateadores de Oro “Barciaecus”, integrando a la comunidad local en el movimiento mundial de bateo con fines recreativos y turísticos.

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